Friday, March 27, 2015

La iguana adicta


Cuando yo era bien chamaquito, o sea cuando era un pile e' mierda de 13 o 14 años, yo era sendo loco. Todavía sigo siendo loco, aunque hace poco consideré dejar la locura, pero Pirulo me enseñó que uno puede ser loco y feliz. Después de esa enseñanza del salsero, decidí continuar mi locura, lo que me caracteriza.









Esta historia comienza en San Juan, cuando en la jodia escuela los estudiantes votaron con que querían hacer una gira y que pa'l faro de Fajardo e incluso quedarse allí a dormir. Yo estaba bien encojona'o con esa decisión, pero pues gracias a Dios creo en la democracia. Jodí con cojones a mis padres para ver si me dejaban faltar, pero vinieron con el cuento de que era un compromiso. Desgraciadamente tuve que ir.









El albúm de Biggie que escuchaba en Fajardo
Ready to Die
Llegué a Fajardo encojona'o un domingo, con la expectativa de estar allí hasta el viernes. Me puse unas gafas y no le hablé a nadie, ni a la nena que me gustaba (ahora es medio hippie desgraciadamente). Yo no quería ir para allá, porque esa semana empezaba la Serie Mundial y yo era fan del béisbol. Lo único bueno que había en Fajardo es que un amigo mío se había llevado discos del rapero blanco Eminem y del rapero afro-americano y gordo Notorious B.I.G (que Puff Daddy mandó a matar) y podíamos escuchar hip-hop. A mi desde 2010 y 2011 me gusta el hip-hop, y desde esa época también me da con ponerme escribir rap.












Los días que estuve en el jodio faro jodí, pero las maestras jodían con cojones. Como siempre te regañaban por hablar malo, sabiendo que por más que nos regañaran, íbamos a andar por la vida hablando malo. Es cool hablar malo y más cuando a donde quiera que voy me expreso diciendo coño y carajo, y a nadie le importa un bicho, y si les importa se quedan más calla'os que los actores en las películas silentes. Acho, en mi jodia escuela llegaron a hacer reuniones de dos horas porque estábamos hablando. Un amigo mío que le decían "Unaból" dijo que él iba a seguir hablando malo, porque a nadie le ofendía. A Unaból le decían así, porque tenía una bola y ese día se convirtió en Dos-bolas, por decir ese comentario. Que conste: ¡Pa decir eso hay que tener cojones!



Ahora voy a seguir hablando del faro y la iguana, porque pa' eso fue que los traje a este blog tecato. Pues en ese faro había una iguana que le decíamos Robert, porque la iguana no hacía un carajo y yo tenía un amigo llamado Robert que tampoco hacía nada así que le puse ese nombre. La pendejá' es que a través de esa vivencia siempre me la pasé mirando la iguana. Parece que ambos teníamos algo en común que más tarde descubriría.




Robert la iguana sin hacer un carajo



Uno de esos días por allá, la directora de la escuela me llamó pa' darme las pepas esas que le dan a los nenes con ADD como yo. El punto es que hago el aguaje de que me la tomé, pero me las dejé en la boca (de esa manera empiezan las mulas, pero metiéndose perico por el culo). Después me acerqué a donde otro chamaco que era buena gente que le decíamos El Manatí que andaba con Hyampa y Santi. Y a mi se me ocurrió la idea de echarle las pastillas del ADD a la iguana pa' que los cabrones se rieran. Después de eso una nena que está fea con cojones le dijo a la directora que habían unas pepas amarillas en la jaula a la iguana y rápido me culparon. Maldita sean las nenas feas.



Desgraciadamente, tuve que aceptar mi supuesto "error" en público y disculparme, como cuando se disculpó Clinton por estar bellaqueando con Mónica. Me hicieron el mismo cuento de siempre: "Las acciones tienen consecuencias" y me botaron pa'l carajo. Yo personalmente estaba orgulloso de que me botaran de una forma tan peculiar y en plena Serie Mundial. Era mejor estar viendo la Serie Mundial que estar en un lugar donde no te dejan ni hablar malo.



Le puse el título de "La iguana adicta" para cogerlos de pendejo. La iguana no se mete un carajo al igual que yo. Mucho menos es adicta. De esta experiencia aprendí que Robert la iguana y yo tenemos en común que no nos tomamos las jodias pastillas esas de ADD. A mi me gusta ser loco y a él no le gusta hacer un carajo.




Colorín colorado, este cuento se ha acabado.



El primo de Robert, que desgraciadamente falleció debido a una fuerte adicción que tuvo con la marihuana
QUE EN PAZ DESCANSE

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